El flamenco es música, expresión, sentimiento, identidad y alma. Un género musical español cuyas principales expresiones son el canto, la guitarra y el baile, cada una de las cuales mantiene sus propias reglas y tradiciones. Los orígenes del flamenco son inciertos; los estudiosos han sugerido una multitud de teorías, la más ampliamente aceptada es la de que el flamenco se originó en los cantos monótonos islámicos, así como en los diferentes legados musicales del sur de España, en la que destacan las melodías salmódiales y el sistema musical judío, los modos jónicos y frigi de clara inspiración bizantina, las tradiciones musicales hindúes y los cantos populares mozárabes, en una mezcla cultural que ha llevado al flamenco a salir de las personas mismas.
En noviembre de 2010, la UNESCO declaró al Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por iniciativa de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura afirma:
“El flamenco es una expresión artística que combina canto (cante), baile y musicalidad (toque). Andalucía, en el sur de España, es el corazón del flamenco, aunque también tiene raíces en regiones como Murcia y Extremadura. Cante es la expresión vocal del flamenco, cantada por hombres y mujeres, preferentemente sentados, sin coristas. La gama de sentimientos y estados de ánimo – dolor, alegría, tragedia, felicidad y miedo – se puede expresar a través de textos sinceros y expresivos caracterizados por la brevedad y la simplicidad. El baile flamenco es una danza de pasión, cortejo, que expresa una amplia gama de situaciones que van desde la tristeza hasta la alegría. La técnica es compleja, dependiendo de si el intérprete es hombre (uso más pesado de los pies) o mujer (movimientos más suaves y sensuales). Toque o el arte de tocar la guitarra ha superado su papel original de acompañamiento. También se utilizan otros instrumentos, como castañuelas, palmaditas y golpes de pies. El flamenco se realiza durante las fiestas religiosas, los rituales, las ceremonias religiosas y las celebraciones privadas. Es el elemento identitario distintivo de numerosas comunidades y grupos, en particular de la comunidad étnica gitana (romaní), que ha desempeñado un papel fundamental en su desarrollo. La transmisión se realiza a través de dinastías, familias, grupos sociales y clubes flamencos, todos los cuales desempeñan un papel clave en su conservación y difusión.”