¿Qué mejor manera de celebrar el 8 de marzo que recordando a las cantantes mujeres de la canción napolitana clásica?

En ocasión del Día Internacional de la Mujer, SEA and YOU quiere rendir homenaje a las mujeres de la canción napolitana, tanto a sus icónicas figuras inmortales narradas en grandes letras, como a sus cantantes inmortales.

El 8 de marzo es una de esas fechas que absolutamente no pueden dividir opiniones. Un día para reflexionar sobre la condición pasada y presente de las mujeres. Se han logrado muchos derechos a lo largo de los años a través de la lucha, pero aún queda mucho camino por recorrer, especialmente en lo que respecta a los prejuicios y al terrible problema de los feminicidios.
Hemos decidido abordar este día importante con cantantes mujeres de la canción napolitana clásica y la figura de las mujeres en las letras de grandes autores.

¿Por qué específicamente con Nápoles queremos abordar el tema?

Porque nos estamos acercando a la etapa napolitana del festival de música tradicional en Europa.
Aquí para obtener información sobre el evento en Nápoles.

Las mujeres de la canción napolitana clásica. Protagonistas absolutas

Sería imposible nombrar a todas las mujeres de la canción napolitana clásica simplemente porque… CASI TODA LA CANCIÓN NAPOLITANA CLÁSICA HABLA DE MUJERES.
Las mujeres de la canción napolitana clásica no son solo las musas inspiradoras de los poetas.

Desde la hechicera hasta la desconfiada, pasando por aquella que causa sufrimiento, las mujeres son la piedra angular de casi todo el repertorio de la canción napolitana.

Las letras de la canción napolitana han alcanzado picos poéticos absolutos, reproduciendo la imagen de la mujer angelical que conocimos en la escuela con el dulce nuevo estilo.

Estos magníficos versos son prueba:

«La chica más hermosa de Pusilleco está ahí.
Quien quiera subir al cielo, que venga y vea.»

Versos poéticos de Giuseppe Capaldo en su ‘A bella ‘e puselleco donde la imagen de la mujer angelical se empuja hasta donde llegaron los versos de Guinizzelli y Cavalcanti, y quien quiera ascender al Cielo puede hacerlo, solo con mirar la belleza de Posillipo.

O podemos comparar a una mujer con una delicada flor como en Rosa, Rusella dePasquale Cinquegrana.

Cada hija de Nápoles es una flor,
y entre tantas flores, hay una rosa.
Y esta rosa, hermosa y encantadora,
Rosa, Rusella mía, eres realmente tú.

En canciones como Dicitencello vuje de Enzo Fusco y Te voglio bene assaje de Raffaele Sacco, se puede entrever todo el sentimiento de amor no correspondido que tanto hace sufrir al poeta.

El dolor de un amor acabado puede llegar hasta el tormento interno, como en la famosa Malafemmena escrita por el gran Totò.

Las iconos de los grandes textos. Lazzarella, Cerasella, Maruzzella, María y Carmela

La mujer de la canción napolitana clásica a menudo tiene un apodo muy específico.
El apodo que el autor confía a la mujer logra evocar todo lo que el autor piensa de la amada.

Y así tenemos la famosa Lazzarella, una canción escrita por Riccardo Pazzaglia y música y cantada por Domenico Modugno en la película Lazzarella.
Una canción que retoma un tema muy actual para mediados de los años 50: la liberalización de los costumes.

Pero la mujer de la canción napolitana puede tomar diferentes formas, a menudo con cariño.
La Maruzzella, una famosa canción de Renato Carosone, es una pequeña concha en napolitano, pero aquí es el cariño que el artista usa para referirse a su amada.

Podemos ver el mismo mecanismo en Cerasella, que significa pequeña cereza. En la canción, la mujer asume varios apodos dependiendo de la sensación que transmite: puede dar dulzura, y por lo tanto ser una cereza, o dar emociones amargas, y por lo tanto puede ser llamada limón.

Pero la mujer de la canción napolitana no es solo cariño y apodos. Adopta forma, apariencia y nombre.
Maria Mari’ es una canción escrita por Vincenzo Russo por el amor imposible que sentía por Enrichetta Marchese, hija de un rico joyero que obstaculizaba el amor entre los dos.
Cantada, entre otros, por Enrico Caruso, Roberto Murolo, Louis Armstrong y Dean Martin.

Una de las canciones más bellas lleva el nombre de una mujer en el título. Es Carmela de Sergio Bruni. Considerada por muchos el paso de la canción napolitana clásica a la moderna, Carmela es una pista del álbum Levate ‘a maschera Pulecenella. El autor no solo quería hablar sobre la esperanza de un futuro brillante para la mujer llamada Carmela, sino que extendió este deseo a la ciudad de Nápoles, sin revelar nunca su nombre.

Las sciantose. Las divas de la canción napolitana clásica

Nápoles, una ciudad de mil voces, ha visto florecer un fenómeno único. Hablamos de las sciantose. Estas carismáticas cantantes mujeres de la canción napolitana clásica encarnaban el alma de la ciudad, con su encanto irresistible y sus poderosas voces resonando en callejones estrechos y plazas animadas.
Las Sciantose no eran solo artistas, sino verdaderos iconos de una Nápoles animada y emprendedora.

Con la llegada de los café-chantant a Nápoles, también llegó la figura de la cantante, luego napolitanizada en sciantose. Con su gracia en el escenario, conquistaron el corazón del público napolitano, transmitiendo pasión y orgullo por su cultura a través de cada nota y movimiento.

Precisamente por su belleza y gracia, hoy sciantosa ha adquirido el significado de una mujer vanidosa.
Entre las más famosas recordamos a Ada Bruges, que llegó a la canción napolitana clásica gracias al M. Ernesto Tagliaferri, quien desde el canto de ópera la dirigió hacia los escenarios de la canción napolitana clásica, llegando hasta Nueva York. También fue muy famosa Gilda Mignonette, que falleció demasiado joven pero tuvo un éxito tremendo en Italia y en el extranjero, tanto en el canto como en la actuación (tanto es así que fue artista de la compañía de Raffaele Viviani).

Nunca se deben olvidar estas cantantes mujeres de la canción napolitana, artistas inolvidables que hicieron historia en la canción napolitana en Italia y en el mundo.
Incluso hoy, el recuerdo de las Sciantose resuena en los corazones de quienes aman la música napolitana, testificando el legado indeleble dejado por estas extraordinarias mujeres en el panorama cultural de la ciudad de Nápoles.

La cantante de tradición. Concetta Barra

Nápoles está llena de nombres de grandes cantantes mujeres de la canción napolitana. Artistas con voces emocionantes como Lina Sastri o Grazia Gresi han hecho historia en la canción napolitana.
Sin embargo, hay una artista única en su género. Una cantante que fundó su carrera en el rescate de textos de la tradición popular napolitana.

Concetta Barra no era exactamente de Nápoles. Era de Procida. Una pequeña isla que se asoma a los Campi Flegrei de Bacoli y Miseno.
Madre del gran actor y cantante Peppe Barra, con quien formó el dúo artístico que dio vida a espectáculos maravillosos.
Entre estos espectáculos, La cantata dei pastori destaca, donde Concetta Barra interpreta el gran papel cómico de Sarchiapone.

Junto con la Nuova Compagnia di Canto Popolare, en la que también está incluido su hijo, ella es la cantante mujer de la canción napolitana clásica que ha redescubierto la tradición popular.

Canciones antiguas, a menudo olvidadas, pero gracias a esta extraordinaria artista de 360 grados, redescubiertas y amadas.
Las cantantes mujeres de la canción napolitana han sido muchas, cada una contribuyendo a hacer mágicas las canciones inmortales de la tradición napolitana.

Feliz 8 de marzo hoy más que nunca, esperando cantar juntos en el escenario del teatro Galleria Toledo en Nápoles el 26 de abril para el evento organizado por Napulitanata en colaboración con Ideal Fado y CajaGranada Fundacion para la cita final de SEA and YOU.

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Por Davide Lancia